Ante las injusticias del Estado

Cuatro comuneros mapuche: Jaime Marileo Saravia, Juan Marileo Saravia, Patricia Troncoso Robles y Juan Huenulao Lienmil, trabajadores, padres de familia, luchadores de sus distintas comunidades, comenzaron una huelga de hambre el 13 de Marzo exigiendo la liberación de la cárcel de Angol, luego de ser acusados de incendio terrorista de la forestal mininco y ser condenados a 10 años de prisión y al pago de 423 millones de pesos, cada uno. El juicio al que fueron sometidos los compañeros Mapuche no deja de tener irregularidades: testigos no presenciales, defensores públicos de dudoso análisis y una serie de hechos que afectan la transparencia del proceso.

La condena se basa en la aplicación de la Ley Antiterrorista, ley usada en dictadura para perseguir, reprimir y condenar a quienes se manifestaban en contra del régimen impuesto, ley que también la concertación ha validado y usado turbiamente para mantener un estado constante de desmovilización popular. Esta ley no sólo se ha utilizado en el caso particular de los comuneros mapuche, sino que también se ha materializado a través de amenazas a distintos grupos organizados, como por ejemplo a los deudores habitacionales, pobladores en la toma de Peñalolén, movimientos estudiantiles, a los trabajadores subcontratados en las faenas mineras, etc.

La problemática mapuche va mucho mas allá de las exigencias que aquí se han narrado, es resultado de una historia de represión e intentos de someter a un pueblo bajo un estado que nunca ha reconocido, es producto de la constante expropiación de tierras que han sufrido, y un desconocimiento como pueblo libre.

El exigir la ''Libertad a los Presos Políticos Mapuche'' no es una consigna banal, es una frase con un significado mayor, es compartir la lucha de los hermanos mapuche que están dispuestos a dar la vida por la dignidad.

LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS MAPUCHE
NUNCA MÁS SOLOS

Los 20 REVOLTOSOS